Gran parte de los problemas de piel y cascos que observa el medico veterinario se derivan de una mala limpieza realizada por el encargado de realizarla: El caballerango. Cuando uno observa la lista de enfermedades que hay en los textos de medicina de equinos, estos se refieren a problemas de higiene. Realmente es importante que el propietario se involucre tanto en conocer cuales son las principales afecciones como en saber que medidas básicas nos ahorrarían gastos médicos derivados de complicaciones y como aplicarlas.
Hormiguillo: Es la presencia de hongos en la suela del casco debida a excesiva humedad y material fecal o arenoso alojado en la misma y que no es removido adecuadamente. Si se prolonga esta situación por mucho tiempo puede penetrar por la línea de separación de la suela con la muralla y destruir la matriz de la pared del casco haciéndolo hueco y susceptible a presentar dolor cuando se coloquen los clavos del herraje.
Canker: Al prolongarse la humedad y la presencia de hormiguillo durante mucho tiempo el tejido corneo del casco se hipertrofia (crece demasiado) y se deforma creando cavitaciones donde se alojan hongos y bacterias que se alimentan del detritus y tejido del casco. Si se deja sin tratamiento se alcanzan las zonas internas del casco dando por resultado destrucción de tejidos internos que pueden inutilizar para siempre al caballo.
Arestin: Cuando el caballo se moja y se queda arena o estiércol en la piel se empieza a producir irritación, excoriaciones y sangrado que causa dolor. Esta lesión se encuentra en la piel que cubre la cuartilla.
Sarna o Roña: Es una infección ocasionada por parásitos que se alojan en las capas profundas de la piel y que ocasionan comezón. Estos generalmente los vemos distribuidos por todo el cuerpo enfatizándose en la axila, barbilla, pecho, entrepierna y nalga. Ocasionan mucho estrés y suelen bajar el rendimiento del caballo pues este no para de rascarse durante todo el día.
Micosis cutánea: Infección por hongos que de forma similar a la sarna ocasiona comezón y caída del pelo. Se puede ver en los miembros en zonas que cubran las vendas de descanso, axilas, cara, cuello y vientre, es decir en zonas donde se conserva el calor y la humedad propicia para el desarrollo de la infección.
Existen muchas otras, pero estas son las más conocidas e importantes que dan verdadero dolor de cabeza. Las recomendaciones que se sugiere serán las siguientes:
Mantener un adecuado programa de desparasitación regular, cambiando no solo marcas de productos sino tipo de activos.
Limpieza de cascos que sea por lo menos 2 veces al día. Aquí el dueño puede llevar acabo el siguiente truco: antes de subirse a su caballo levantarle una mano o pata al azar para observar la suela. Esta no debe tener residuos de aserrín, excremento o arena. Deberá estar limpia, de lo contrario se le debe hacer la observación al caballerango de limpiarlo bien.
Cascos engrasados o brillosos: Se deberá proveer cremas o pastas lubricantes y selladoras de la humectación de casco. Evítese las que tengan astringentes que resequen (aguarrás o thiner), ya que a la larga promueven el debilitamiento de la pared del casco, y su exposición a infecciones es mayor.
Baño con shampoos especiales humectantes y acondicionadores. Es un mito aquello de que el pelo se pone grueso cuando se hace demasiado frecuente el baño (tan solo basta ver lo delgado que se pone el nuestro si lo lavamos mucho). Esto permite remover el sudor y evita que se promueva la aparición de sarna u hongos en la piel. Si el dueño cuenta con unos minutos extra después de montar debería observar como bañan a su caballo y no permitir que lo guarden con la marca de la silla sudada en la espalda.
Dejar secar bien las patas antes de colocar vendas de descanso ya que la humedad y el calor promueven la aparición de hongos, si vemos inflamadas las patas o con marcas circulares blanquecinas es signo de hongos.
Cepillar todos los días el caballo para remover el pelo viejo. Si se observa caspa o pelo suelto, signos de opacidad o líneas de toallazo significa que no se cepillo y solo se le dio una pasada con toalla (que generalmente esta sucia) por prisas y eso denota descuido. En ocasiones un caballo se pone “peludo” por no frecuentar la practica del cepillado.
Cambio de cojines limpios cada 15 días como mínimo, así como limpieza de todos los arreos de trabajo y prendas de descanso del caballo ya que son fuentes de contagio.
Es importante recalcar que si no se observan estos lineamientos será necesario reconvenir a nuestro caballerango para que esmere su trabajo. Pero si después de esto no corrige y sigue habiendo problemas, te recomiendo cambiarlo urgentemente pues tienes una persona floja y descuidada en tu equipo y te puede llevar a la ruina. En próximos artículos veremos algunas recomendaciones para mejorar el ambiente de la vivienda de los caballos: La caballeriza.
En CAVALLIA contamos con todos los implementos para la adecuada limpieza de tu caballo. Acude con nosotros, asesorado por tu veterinario.
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